- Encargado de colocar tíckets de estacionamiento vende boletos para rifa de botella de whisky
- Conductores están cansados de la intolerancia de representantes del ayuntamiento
MARCO SERNA
La implementación de nuevas disposiciones de tránsito y vialidad en la zona centro, no ha traído más que descontento entre la población de Cerritos.
Las quejas de conductores apuntan a que no se actúa contra todos por igual, además de que acusan a elementos de prepotentes, intolerantes, ignorantes e incluso de desatender su función principal, en este caso vender boletos para una rifa.
Decenas de gráficas se envían cada semana a Plurinominal, donde se aprecia que carros con logotipo oficial se dejan estacionados en zonas prohibidas, encima de banquetas o hasta el mayor tiempo del permitido sin que se proceda contra los responsables.
Así se nota en fotografías de unidades de Desarrollo Social de Gobierno del Estado, o del Consejo de la Judicatura, mientras que al ciudadano “de a pie” se le aplica todo el peso de la ley.
Un caso que llegó al extremo, lo enfrentó comerciante de la zona centro de Cerritos a mediodía de este sábado 18 de marzo.
Estando una camioneta de su propiedad, en negocio también suyo llamado “La Ideal”, un par de mujeres policías llegaron a quitarle la placa, “porque había rebasado los 15 minutos de estar ahí”.
Fue tanto el coraje de quienes presenciaron el acto, que criticaron la intolerancia de las policías “China y Cinthia”, quienes no entendieron razones y se llevaron la placa. La camioneta solo necesitaba de 10 minutos para la descarga y no había otro lugar disponible para hacerlo. Luego se retiraría para dejar libre el espacio a la ciudadanía.
Otro hecho criticable, es que el encargado de colocar los boletos, Daniel Cordero, que contienen el límite de estacionamiento, aprovecha para vender boletos para una botella de Whisky Buchanans, “a beneficio del equipo de fútbol Guerreros, que se llevará a cabo este 21 de marzo”.
El costo del boleto es de 20 pesos, precio que diferencia mucho de las multas.
Y es que con esto se comprueba que el negocio municipal es redondo, y que entonces los comerciantes son quienes están mal, porque hasta los ambulantes colocan frente a su puesto sus camionetas, dejando sin espacio siempre a los demás y en el ayuntamiento nadie se incomoda.
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