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Cerriles 1224

La «simulación» democrática ha creado un panorama tenso y decepcionante no solo para los ciudadanos que cada vez despiertan en masa, sino que hasta los propios miembros de Comités Directivos Municipales –de diversos institutos políticos– han expresado frustración.

Los acuerdos tomados «en lo alto», no analizan el sentir de aquellos que mantienen vivos los partidos, sino que desde arriba, «los mismos» sólo se ocupan por repartirse el territorio de México, fragmento por fragmento, jugando a la democracia.

Por otro lado, de qué inteligencia pueden presumir quienes fueron responsables de los acuerdos priístas, si en el 2015 ellos propiciaron su propia derrota y frenaron el avance municipal por tres años.
Hablamos de los que orquestaron el impedimento para que María Leticia Vázquez Hernández representara al partido al que pertenecía, y que es justo ese en donde había estado formada y le tocaba turno, porque no olvidemos la máxima que reza, «el primero en tiempo es primero en derecho».
De haberse puesto de acuerdo, la mujer estaría acabando su participación como alcaldesa, dejando turno a la siguiente, y es que siendo el gobernador de igual partido, los apoyos para Cerritos habrían sido bastantes.

Pues bien, ni el PRI ni el Verde pueden hablar de sabiduría, y menos si hasta ahora se logra el «acuerdo» que debió observarse en el 2015. Qué mal se verían ahora si los papeles resultaran inversos. Digamos que la «impedida» en 2015 ahora sí funja al frente de una «alianza» gracias al tradicional «dedazo», y que la gente de la que no podrá ser candidata este 2018, ante escenario similar al del 2015, decida emigrar hacia otro partido político. Entonces la coalición seguiría estando desproporcionada, y el PAN volvería a mirarse favorecido con sus votos duros.

Por otro lado tenemos a Guadalupe Ortiz, una mujer que podría tener demasiado carisma, pero que sus repentinos «brincos» de un partido a otro hablan de una inestabilidad «convenenciera» que no viene a significar una contrariedad al sistema dominante.
La conducta de Ortiz revela parte de un plan que disfraza el oportunismo para aprovechar la escalada «obradorista» y posicionarse como alcaldesa de una sociedad cada vez más confundida ante «listillos» que se roban los partidos.

Por otro lado está Alma Migdalia Martínez Gallegos, de quien ya se presumió la candidatura. De ella los antecedentes hablan por sí solos, además la nominación no dejó muy convencidos a quienes pensaban votar por Magdalena Villanueva o María Elena Jiménez Reyes. Aun así, el PAN es el PAN y al final se verá unido como se ha visto siempre.

La precandidata Dulce María Montes no la tiene fácil, y menos en un partido donde las decisiones se deciden desde arriba. Qué mal por haberla emocionado. Al menos si se convirtiera en candidata o diputada, uno sabe con quiénes dirigirse o dónde vive, para irla a felicitar o a gritarle reclamos, mientras que otros aspirantes nada más se dejan ver en campaña, y ya ganados no regresan ni a dar las gracias, por cierto, entre los aspirantes surgió un señor que «vende churros». Tan conocido es, que no tiene caso citar su nombre, aunque en el Congreso Estatal la tarea es un poco distinta a estar batiendo masa.
En lo que respecta a Erasmo Galván Nieto, el señor sigue enfocado en su terquedad y busca la nominación para seguir viviendo a costa del pueblo.

De Antonia Rodríguez se desconoce su trayectoria política, pero se supo que colaboró con la administración de Dulce María Montes Zúñiga, emitiendo certificados médicos cuando detenciones lo requerían. También se llegaron a conocer problemas familiares que terminaron en convertirse en denuncias públicas.
La gente tendrá la última palabra para señalar su conducta social, lo que saldrá a la luz, como es costumbre durante la etapa electoral, en donde Antonia va como candidata de MORENA.
En cuanto a la mujer que abandera al PRD, sería bueno saber su domicilio para solicitarle una entrevista.

De cualquier forma sería bueno que todos los aspirantes fueran evaluados tanto en salud física, como mental y psiquiátrica, y por qué no, someterse hasta un detector de mentiras con eso de que están por lanzar promesas y más promesas.

Nos leemos el domingo…

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