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Ministeriales cumplimentaron orden de aprehensión

Familia denuncia allanamiento de morada por parte de agentes ministeriales

Del equipo de redacción
Familia del barrio de San Juan denunció ante este medio el allanamiento de morada que sufrieron por parte de agentes ministeriales —popularmente nombrados judiciales—, cuando éstos cumplimentaron una orden de aprehensión contra sus familiares.
Los hechos ocurrieron cerca de las cuatro de la madrugada del pasado miércoles 11 de enero.
Se encontraban durmiendo cuando escucharon que alguien sonaba la puerta de su casa.
Eran los agentes de la Policía Ministerial del Estado, que se dieron permiso para adentrarse al domicilio.
Con palabras malsonantes les exigían la entrega de dos de sus hijos, de lo contrario llamarían a los militares, o detendrían al padre de familia. Se les acusa, que también amenazaron a la madre de familia con quitarle el empleo que tiene en el DIF Municipal.
Los indignados explicaron que todo el problema se derivó a raíz de que uno de sus hijos vendió un aparato de sonido a otro joven que habita en la colonia Buenos Aires.
El acuerdo fue que sería cubierto en dos parcialidades, pero al final el comprador se tardó en la entrega del último pago, lo que propició que en un momento dado sus hijos fueran a buscarlo para exigir el cumplimiento de lo pactado.
Frente al domicilio que estaba solo en ese momento, el modular se podía observar por una de las ventanas.
A los jóvenes se les hizo fácil utilizar unas herramientas para hacer un boquete y sacar el modular.
En esa acción estaban cuando vecinos llamaron a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, quienes arribaron al lugar y los detuvieron.
Al siguiente día, la madre de los jóvenes acudió ante el comprador con el fin de llegar a un acuerdo sobre los daños causados a su vivienda, tomando en cuenta que todo se derivó del incumplimiento sobre el aparato de sonido.
Allí pudo observar que el tanque de gas estaba colocado en su lugar.
Más tarde, a su domicilio se presentaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y le dijeron que traían consigo el producto del robo, consistente en el propio tanque que llevaban en la caja de la patrulla, así como algunas llaves.
Los jóvenes en un primer momento pudieron obtener su libertad, ya que en el Juzgado de Primera Instancia se tipificó el delito como allanamiento de morada.
Por su parte, la familia afectada otorgó el perdón y retiró los cargos en su contra.
El Ministerio Público Adscrito al Juzgado no estuvo de acuerdo con la decisión que tomó el Juez e interpuso el recurso de apelación.
En segunda instancia se revocó la sentencia y se reclasificó el delito como “robo calificado”.
El juzgador de Segunda Instancia tomó en cuenta lo dicho por los elementos de Seguridad Pública del Estado, “que los jóvenes ya llevaban el tanque y herramienta”, mismos que habían colocado en la cerca para llevárselos, lo que asegura la madre que no es así.
La familia de los detenidos está contemplando acudir en queja ante la Procuraduría General de Justicia para denunciar el allanamiento que sufrieron en su domicilio por parte de los agentes de la Policía Judicial del Estado y además exigirán que sean sancionados por el trato que les proporcionaron durante la detención de sus familiares.
En la edición 343 de Plurinominal (página 2), se publicó el caso ocurrido el 21 de mayo de 2011.
De acuerdo al parte informativo de la policía estatal, dos sujetos fueron sorprendidos con herramienta la cual utilizaban para hacer un boquete, introducir su brazo y abrir la puerta principal de un domicilio ubicado en la colonia Buenos Aires.
Los hechos ocurrieron en la casa marcada con el número 59 de la calle Adolfo López Mateos.
Fue durante los rondines de vigilancia implementados por la policía estatal, que se recibió un reporte sobre el posible robo que intentaron los hermanos Juan Diego y Salomé de apellidos Clemens.
La pareja de 19 y 24 años de edad —en ese entonces—, portaba lo necesario para abrir un hoyo en la pared y así lograr quitar el seguro de la puerta aprovechando la ausencia de Miriam Zapata Pérez y Salvador Gerardo Reyes quienes andaban en la zona centro.
Al momento los sorprendieron con un martillo, pinzas y desarmadores y los detenidos “ya habían logrado quitar un tanque de gas para apropiárselo”, asegura el parte firmado por Héctor Edgar Mar del Ángel.
“Uno tenía en la mano este martillo, e intentaba forzar la chapa”. Relata el Director de la corporación.
Debido a que la guardia le correspondió al Ministerio Público de Villa Juárez, (en ese entonces Carlos Gallegos Suárez), allá los llevaron a bordo de patrullas y esposados para que rindieran su declaración, antes de ser enviados al juzgado mixto.

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