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Para votar, hay que comparar los gobiernos del D.F. Y EDOMEX

Fidel Belmares Hernández.

Por Fidel Belmares Hernández
Ante el vuelco que han dado las encuestas sobre la carrera presidencial a favor del candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador, donde el periódico Reforma, de tendencia derechista reconoce que la distancia se ha reducido a cuatro puntos entre Peña Nieto y López Obrador, con Josefina relegada a un lejano tercer lugar y hasta María de las Heras, dueña de la encuestadora que hace seis años apuñaló a López Obrador, manipulando las encuestas, iniciando la ofensiva de las televisoras para instalar entre la población la patraña de que Calderón lo alcanzaba y lo rebasaría en la elección, hoy “reconoce” que la distancia se reduce a ocho puntos, pero el semanario Z, de Baja California, con gobierno panista, anuncia que AMLO ha rebasado a Peña Nieto en esa región, por lo que creo conveniente hacer una comparación sobre los hechos que caracterizaron a los gobiernos de EPN y López Obrador en las entidades que gobernaron, El DF, y el Estado de México respectivamente, con el fin de que la población tome criterio sobre los proyectos que están en juego y así pueda decidir por el que más le conviene.
Basta con ver en lo que la izquierda ha convertido a la Ciudad de México, una hermosa ciudad, moderna, donde lo mismo viven pobres que ricos, con hermosas zonas de recreación como el Centro histórico, Coyoacán, Tlalpan, Xochimilco, Chapultepec, cientos de hermosas avenidas, como reforma, el circuito interior, muchas en la Condesa, Coyoacán, Tlapan, la Colonia Roma, cientos de parques y jardines gratuitos, museos a precios baratísimos o gratuitos, es la que tiene los mejores y más baratos servicios. El transporte, es el más barato de todo el país y con excepción de los microbuses, el mejor, los segundos pisos son gratuitos y sobre todo, es la menos insegura de todo México. ¿Porqué?, porque buena parte del presupuesto se distribuye entre los que menos tienen, y así los que tienen pueden hacer negocios porque tienen a quien vender.
Que hay problemas, claro que los hay, es la segunda entidad más poblada del país, pero hay voluntad y trabajo para resolverlos, Iztapalapa y Gustavo A. Madero son las delegaciones más pobres DF pero nada tienen que ver con la miseria y desigualdad que se observa en Chimalhuacán o Naucalpan del Edomex, por ejemplo, ya que desde que llegó la izquierda a gobernar, cada sexenio se nota el avance en servicios que se va dando, aún ahí, por ejemplo, está por inaugurarse una línea del metro que será la más moderna de Latinoamérica (ya hasta Calderón se colgó de la obra, diciendo que ahí hubo inversión federal, cuando la bancada del PAN y el PRI se opusieron en la Asamblea Legislativa del D. F. a su construcción) y atraviesa todo Iztapalapa y llega hasta Tláhuac que es la zona rural del DF, mientras que en Gustavo A. Madero se enclavó una unidad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y una Preparatoria, las dos totalmente gratuitas y con todos los alumnos becados, en la zona más pobre de la delegación, en el barrio de Cuautepec, como una forma de buscar que los habitantes de ese lugar tengan acceso a la educación de más alto nivel y con ello obtengan un ascenso en la escala social, entre muchas otra obras que se han desarrollado en las zona pobres de la ciudad (en Iztapalapa se construyó otra unidad y dos prepas).
Aunque quedan muchos problemas por resolver y se crean nuevos porque la gente sigue llegando expulsada por la pobreza y violencia de otras entidades en donde los gobernantes no pueden hacerlos progresar, no porque no sean capaces, sino porque son muy corruptos y los presupuestos de esas entidades sólo se reparten entre unos cuantos, ya que las obras las realizan en las zonas de negocios o las residenciales, pero nunca invierten en las zonas donde viven los pobres a menos que vayan a hacer algún negocio, por eso aunque haya progreso en los estados, sigue habiendo gran marginación y una brutal diferencia de clases sociales, pues todo es para los ricos y a veces de refilón los pobres obtienen trabajo, pero los gobernantes nunca piensan en ellos.
En la Ciudad de México en los últimos 15 años, por lo menos la mitad de los recursos ha estado destinado a beneficiar a los pobres y los resultados están a la vista, hay empleo y por lo tanto, tranquilidad y paz social. Nada más es cruzar la línea que divide al DF con el Estado de México y empieza la pesadilla, aumenta la posibilidad de sufrir un atraco, pues las zonas marginales y ciudades perdidas de casas de cartón te pegan en los ojos, hay muchas zonas mal iluminadas o sin iluminación, los policías andan desesperados porque tienen que entregar cuotas diarias a sus jefes para conservar el trabajo y por lo tanto atracan a los automovilistas por el menor motivo, o hasta sin él, la mayoría de las colonias son de color gris, con muchas calles sin pavimentar, sin parques ni zonas verdes porque a pesar de ser un estado con una hermosa vegetación, en las ciudades los fraccionadores y dirigentes de paracaidistas se las han acabado con el beneplácito del gobierno estatal y los gobiernos municipales, aunque de repente te topas con hermosas zonas con lujuriantes jardines y residencias de ensueño, con campos de golf y toda la cosa, pero a donde nadie puede entrar porque son las zonas de los ricos y están resguardadas por policías privados, si acaso las ves de lejos, el transporte público está integrado por viejos camiones de trompa, que arrojan grandes cantidades de humo y van saturados de pasajeros de pie, a precios carísimos, pero lo peor, la gente viaja con mucho miedo, porque en cualquier momento, cualquiera de los pasajeros puede ser un asaltante que les quitará lo poco que han obtenido en sus precarios trabajos y esto sucede con mucha frecuencia gracias a que los delincuentes tienen la protección de la policía, todas las universidades son de paga, aún las del gobierno, todos los hospitales cobran, aún los del gobierno, las mejores vías de comunicación, segundos pisos y autopista son de paga y carísimas, por lo que vivir en este estado es un lujo, aún para los pobres y conseguir trabajo sólo es posible para los jóvenes, aunque muy mal pagado.
Este es el estado que gobernaron los últimos doce años, Enrique Peña Nieto, que hoy quiere gobernarnos a todos y su tío don “Raturo” Montiel, mientras la Ciudad de México era gobernada por Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón. Ellos trabajaron muy duro con sus equipos de gobierno para modernizar la Ciudad y rehabilitar el tejido social, que había destruido el PRI, mediante programas que hoy Peña Nieto dice que va a implementar en la república, pero que no lo pudo o no lo quiso hacer como gobernador, como fue el caso de la pensión para todos los adultos mayores, becas escolares, apoyo a madres solteras, útiles y uniformes escolares, seguro de desempleo, y grandes obras de infraestructura como vivienda popular por parte del INVI (que en estos dos sexenios ha entregado decenas de miles de viviendas populares para quienes no tienen ni INFONAVIT ni FOVISTE), puentes vehiculares y peatonales, decenas de distribuidores viales en todas las delegaciones, escuelas de nivel medio superior y universidades públicas y gratuitas, hospitales modernos y equipados para quienes no tienen ni seguro ni ISSSTE, rehabilitación y construcción de aulas para educación básica y muchas otras más, con el fin de reducir la violencia y criminalidad que se había disparado durante los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, a los más altos del país, para crear empleos, para mejorar los servicios, para educar a la juventud mientras en el Estado de México ese par de pillos se enriquecían a manos llenas (vean la fortuna de don Raturo y la de Peña Nieto que no se queda atrás) y beneficiaban a unos cuántos de sus amigos (Carlos Salinas por supuesto), mientras se disparaban los índices de criminalidad y de pobreza, llegando a tener el mayor número de asesinatos de mujeres (por arriba de Ciudad Juárez, Chihuahua) y la mayor parte del estado está controlada por la Familia Michoacana, cobrando derecho de piso (impuestos) a todos los pequeños y medianos comerciantes y empresarios y controlando a las pandillas que asolan todas las zonas populares de la zona conurbada con el DF.
¿Obras?, ninguna importante del gobierno, todas se las dieron a la iniciativa privada y todas por lo tanto tienen que ser de paga, preparatorias, universidades, libramientos carreteros, segundos pisos, hospitales, distribuidores viales, parques ecológicos, etc. Esas obras dicen que eran las que prometió Peña Nieto en campaña y que luego inauguró, muchas veces sin siquiera estar medianamente terminadas, por lo que varias están en el abandono, porque además, el gobierno les dio dinero del presupuesto a sus amigos los inversionistas de la iniciativa privada, donde hubo empresas extranjeras, sobre todo españolas que se beneficiaron de esos latrocinios, claro que finalmente es dinero que le van a esquilmar a la población del Estado de México mediante impuestos y pago de servicios.
Lo único que han hecho es corromper a la ciudadanía para que voten por su partido, repartiendo gran cantidad de despensas y materiales de construcción en los tiempos de elecciones, como en la última donde ganó Eruviel Ávila, repartiendo hasta una tarjeta bancaria de una cadena de supermercados, conocida popularmente como “la cumplidora”, donde se suponía que durante todo el gobierno de Eruviel serían beneficiados aquellos que lo apoyaron en la campaña, pero que solamente recibió el depósito del primer mes y una vez que obtuvo el triunfo, se olvidó el gobierno de ella. Ya lo dice López Obrador, los apoyos en tiempo de elecciones es hambre para mañana.
De Calderón y de la candidata del PAN ya ni hablar, pues hizo lo mismo, pero en todo el país, desatando una guerra con el único fin de legitimarse, sin planeación y sin servicios de inteligencia, que ha cobrado 88 mil 361 muertos según la más reciente información y que ha provocado la emigración de cientos de miles de personas hacia los Estados Unidos o hacia otras entidades aunque no hay mucho de donde escoger y terminan en la Ciudad de México.
Esa desatinada medida que ha provocado más corrupción en las corporaciones policiacas y con la intervención del ejército y la marina, instituciones que no son preparadas para esas tareas, porque la constitución política de nuestro país les asigna la misión de proteger nuestro país de las amenazas extranjeras y de apoyo en los desastres naturales a la población, no los desastres desatados por nuestros malos gobernantes, por lo que lo único que se logró fue que procediera sin apego estricto a el respeto de los derechos humanos y que haya habido incontables errores que han costado vidas inocentes, pero lo peor, que hoy el mismo gobierno de Calderón está acusando a varios generales y oficiales de alto rango del ejército, de colusión con el crimen organizado. Si esto es cierto, la guerra está perdida y si es una pugna política por el reacomodo del próximo sexenio también es muy grave, porque se están descuidando las tareas de seguridad por la grilla política, mientras que el crimen avanza como un cáncer a lo largo y ancho del país, con lo que se ve claramente que la estrategia de Calderón fracasó y debe rendir cuentas a la nación. Tienen razón los estudiantes del movimiento #yosoy132. Hay que hacerle juicio político.
¿Todavía tienes dudas sobre por quien vas a votar? Visita la Ciudad de México y luego algunos municipios del Edomex, que están vecinos, aunque de día y con cuidado, para no sufrir un percance lamentable para que compares. Abre los ojos y vota por la izquierda y cuando llegue, critica todo lo que veas que hacen mal y así mejoraremos todos, pues aquí, a diferencia del PRI y el PAN, no debemos de asustarnos por reconocer los errores y los malos militantes y hay que asumir que el PRD tiene que ser vigilado con mucho cuidado, porque con frecuencia hemos visto la traición hacia la democracia y a la honestidad que practican algunos de sus dirigentes y cuadros de gobierno que se corrompen a pasos agigantados y por eso López Obrador tuvo que crear el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), con el fin de tener una organización más confiable para cuidar la elección y en caso de ganar, tener cuadros de gobierno más honestos.
Pero la experiencia nos dice que no basta con votar, hay que cuidar y defender el voto, porque la clase dominante no va a soltar sus privilegios sin pelear, ellos no son democráticos y están dispuestos a hacer el fraude una vez más, sólo que el movimiento estudiantil ya les descubrió una parte importante de su plan, lo que pensaban hacer a través de las televisoras, engañar a la población de que Peña Nieto tenía ganada la elección y con ello convencer a la gente de que ya no había nada que hacer y además, también echaban lodo a todos los candidatos y políticos para convencer a la población de que todos son igual de malvados y corruptos y que entonces no había nada que hacer, pero que ellos tenían al más bonito para que la vida en México se transformara en una telenovela.
Con eso pensaban desalentar a la población para que mejor votara en blanco, o mejor aún, que no saliese a votar. Así con su voto duro (personas que han recibido favores y beneficios por parte del PRI o con la compra de los votos que el dinero de Moreira y otros gobernadores ladrones podrían obtener) ganarían los votos necesarios para imponer a su candidato. Pero todo les falló porque los estudiantes les cuestionaron a ese candidato y lo exhibieron como un producto chatarra que fue construido mediante la mercadotecnia y la sobreexposición de imagen a través de la pantalla, pero que no es lo mismo que López Obrador, quien ha construido su candidatura con experiencia de gobierno y con un recorrido de todos los municipios del país platicando con la gente para conocer sus problemas y buscarle solución con un equipo de gobierno honesto, como lo hizo en la Ciudad de México.
Hoy la oligarquía y la corrupta clase política están conmocionados por el vuelco que han dado las encuestas que creían controladas, pero ya están buscando la estrategia para defraudar una vez más la voluntad popular, aunque estoy seguro que hoy, gracias a los estudiantes, hay un despertar en la conciencia del pueblo y mucha más organización que hace seis años. Es la hora de participar todos cuidando el voto para imponer la democracia de una vez por todas en nuestro país. ¡No nos vamos a arrepentir!

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