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Accidente, pérdida total de vehículos americanos

  • Placas y permisos de organizaciones son ineficientes para recuperarlos
  • Documentos tampoco amparan cuando éste incurre en algún accidente o su propietario es detenido por manejar en estado de ebriedad

Francisco V.- El comprar un vehículo de origen extranjero sin regularizar, es sinónimo de problemas.
En un momento dado se puede enfrentar la pérdida total del mismo y el patrimonio y capital de los adquirientes no podría recuperarse.
En caso de accidente, de acuerdo a la normatividad legal, cuando un vehículo irregular es copartícipe en un hecho de tránsito y es puesto a disposición del Ministerio Público, éste tiene la obligación de dar vista a las autoridades federales a pesar de que el vehículo cuente con un permiso para circular extendido por alguna organización protectora de vehículos americanos.
Dicho permiso extendido por las organizaciones únicamente sirve para circular y no lo ampara cuando éste incurre en algún accidente o su propietario es detenido por manejar en estado de ebriedad.
Los propietarios de vehículos irregulares deben estar conscientes que desde el momento que adquirieron el vehículo en esas condiciones su situación es irregular y con las nuevas disposiciones corren el riesgo de perder su patrimonio.
Debe de quedar claro a los propietarios, que a las organizaciones corresponde informar debidamente sobre la forma de protección que proporcionan a través de los permisos que venden.
Es contradictorio, que elementos de la misma Secretaría de Seguridad Pública del Estado aconsejen a los propietarios que inscriban sus vehículos en una organización cuando los permisos extendidos sólo sirven para circular y no protegen en caso de un accidente.
Se sabe que los agentes del Ministerio Público solamente devolverán un vehículo cuando éste haya sido regularizado, de lo contrario será puesto a disposición de autoridades federales.
El problema, ahora radica en que la regularización de un vehículo es más costosa que el valor real del mismo, con esto los propietarios se ven imposibilitados para regularizarlos, pues los adquirieron precisamente porque carecen de recursos económicos para comprar un vehículo fabricado en este país, los cuales son más costosos.

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