Aún se recuerda “el movimiento ciudadano” de hace 3 años, que llevaba al frente la esperanza de un pueblo cansado ya de los partidos de siempre.
Fue así como la opinión pública, conoció la decisión mayoritaria a favor de alguien que prometió aparte de austeridad, “un gobierno con los mejores hombres”.
Allí estaba la voluntad de Cerritos, depositada en manos de una persona que velaría por el derecho del más débil.
Muchos todavía se cuestionan, el modo de elección de esos mejores hombres, porque si bien es cierto, se incluyó por vez primera a gente que comulgaba con otras ideas políticas dentro de un “movimiento liberal”, también se notó que éstos jamás perdieron su esencia y luego serían los primeros en revelarse.
Al poco tiempo cada quien tomaba determinaciones ajenas a las que mencionaba el edil, y ahora, ante el resultado, a muchos se les ve ya retomando sus antiguas corrientes políticas, lo que significa que esa mezcolanza fue de “agua y aceite”, pues no tuvo nunca una base organizacional.
En ese grupo, hubo algunos que jamás se habían quemado políticamente, y al integrarse, su reputación salió afectada, pero no porque no conocieran el modo de ejercer su profesión u oficio, sino porque ciertas cuestiones se los impidieron.
La llegada de la Alcaldesa Interina, marca un nuevo rumbo en esta administración. De que las cosas sí pueden hacerse si se tiene voluntad y al menos una idea de lo que verdaderamente la izquierda significa. Los candidatos actuales, deben tomar como base del aprendizaje, esta experiencia, porque el municipio no debe ser un campo para realizar ensayos.
El cambio repentino de un partido a otro, —o el retorno de hijos pródigos a la casa paterna—, no pudo pasar sin ser criticado.
Es el clan del PRI, el que alberga decenas de quienes ahora se dicen ex panistas, que se ganaron los comentarios de Nicolás Martínez Ávila, vecino del Tepozán.
Y es que este señor, a nombre de un grupo de activos y adherentes de Acción Nacional, señala a través de un escrito: “A todos los que fingieron ser compañeros en Acción Nacional, Ustedes únicamente buscaban intereses personales y no los encontraron. Vinieron del PRI y se regresaron al PRI, son personas que cambian de partido como cambiarse de ropa. Acción Nacional acepta gente que practique la doctrina y sus principios, y no que los traicionen”, Puntualiza el recado.
Ya en la recta final, no sólo cuentan los actos del candidato, sino los de la gente por la que se rodea.
Tal fue el caso que se comenta a lo largo y ancho de la cabecera cerritense, del pleito entre dos mujeres que se liaron a golpes en la cena baile del PRI, por motivos que este medio no consideró importante indagar, pero que perjudican al instituto que hasta ahora se ha ganado cierta simpatía por un grupo nutrido de simpatizantes. “Por unas la llevamos todos” se oye decir. Así que será el Maestro Quintero quien decida de quien se rodea, se aleja, o si de una vez pone las cosas en orden.
Nos leemos el domingo.
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