Encima de un barco que se hunde en el mar de la descomposición social, el panismo cerritense no encuentra salvavidas, y si escapa de morir ahogado, más que migajas para sobrellevar la hambruna, Dulce María Montes sólo ha encontrado pretextos.
Están muy lejos sus declaraciones de informar sobre proyectos, y se encasillan en justificantes que explican el poco avance, con el discurso que ha sido moda durante el inicio de los últimos gobernantes, ese que indica que “no hay dinero”.
Pero ni siquiera el poco que existe se cuida, porque mientras la alcaldesa intenta buscar recursos de “entre la basura”, existen derroches como el observado en Sindicatura.
Allí fueron los priístas, quienes notaron a un dúo de Licenciados de procedencia petista.
Una que gana 20 mil pesos mensuales, más lo de su auxiliar, cuando según los regidores opuestos, en ausencia de la abogada debería cubrirla el propio Secretario General del H. Ayuntamiento, que no es nadie más que el ex presidente Alfredo Sánchez Azúa, también con título de jurisconsulto.
Esto de acuerdo a la Ley Orgánica del Municipio Libre, que establece en el numeral 78, fracción XIII, que son funciones del Secretario, “proporcionar asesoría jurídica a las dependencias municipales”.
Sin embargo, esta propuesta, sólo fue escuchada en la última reunión de cabildo, pero jamás se sometió a votación.
Se observan en el municipio rehabilitaciones de arterias principales, la mayoría en la zona urbana, pues los automovilistas siguen sufriendo al trasladarse a la capital.
Uno podría pensar, que la falta de mantenimiento en la carretera libre, obliga de cierta manera a optar por la de cuota por los riesgos que acarrean los baches: Daños a la suspensión de los vehículos, hasta accidentes de mayores consecuencias.
Por eso es inevitable pensar, que así como hay muchas políticas públicas que benefician más a la clase súper pudiente en perjuicio del “paisanaje”, lo que pasa con la carretera es una más.
Pago de peaje, pero ¿En qué caseta pagan los trailers de la cementera en dirección a la 57 o viceversa?
Se sabe que en el lugar existe una caseta, pero se desconoce si de por medio se den acuerdos entre grandes magnates.
Por otro lado, sigue latente el peligro nocturno de los usuarios, que sufren por la falta de línea divisoria en un tramo de la súper.
Aparte, los costos por algún accidente causado por esa simple falta de señalética que debe tener la carretera, jamás serán compensados por la empresa, que al contrario, sí es muy exigente cuando se le ocasionan daños.
Es cierto. La libre no es negocio, por eso los que la usan “que se jodan”.
Se mencionan las primeras quejas contra funcionarios del municipio. Una de ellas es la Ing. Rosalinda Guzmán, a quien abogados califican como una persona que carece de trato amable y que a todo le encuentra excusas.
Al parecer entiende al revés –como tantos– el significado de ser “servidor público” y espera reverencias de la ciudadanía.
Hasta ahora, de su desempeño profesional poco se conoce, pero sí se sabe que es adicta al Facebook.
Derivado de las incidencias que detectó la ASE respecto a la anterior administración municipal, el ex munícipe Erasmo Galvan Nieto, solicitó mediante atípico ocurso al actual Contralor Interno, que cite a los ex funcionarios y ex colaboradores de su gabinete para desahogar las observaciones respectivas.
En mayor o menor número, hay señalamientos para Obras Públicas, Tesorería, Desarrollo Social, e incluso al propio órgano de control interno.
Quedan pendientes de investigar las áreas donde fueron ratificados funcionarios del pasado ayuntamiento.
Ah, ¿Y la Tundra apá? Fue adquirida con recursos del ramo 33 para ser utilizada como patrulla, y ahora es transporte privado de un ex empleado panista. Nunca sabe el pueblo para quien trabaja.
Nos leemos luego.
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