Pulsa «Intro» para saltar al contenido

ORO EN LAS VENAS

Por Luis García, Corresponsal Viajero
“Te leo la mano hombre, te leo tú destino”.
Don Luis el de Cerritos, se paró y le dijo a esa mujer, “mira muchacha, si me adivinas a dónde voy te pago el doble, pero si me hechas mentiras, no te pago nada y de pilón, te mando al tambo”.
–Siéntate hombre–, le respondió la tierna gitana.
–Pues rápido. Porque llevo mucha prisa–. Dijo Don Luis.
–Tú vas a dónde tu corazón te va dirigiendo–.
Don Luis se dejó caer en una banca de la plaza principal de Cerritos.
Quería articular palabras pero no podía. Sacó los billetes y se los dio a la gitana.
“Gracias hombre, eres de buen corazón, pero muy desconfiado”. Expresó la fémina.
“Posees grandes riquezas, pero no te das cuenta que aquí se van a quedar, busca la felicidad con entusiasmo y frenesí”. Y agregó, “por cierto, ahorita vas a ponerle a sus pies toda tu fortuna, a una buena mujer, pero no piensas, que una mujer con muy poco, es feliz. Únicamente vas a comprar amor y ese no tiene valor material, eres un hombre que aun con tu edad, no has aprendido a vivir. El único mundo que conoces es el del dinero”.
Don Luis alterado dijo, ¡Ya déjame caer la guadaña! ¿Cuánto dinero piensas quitarme, a cambio de sólo palabras?
Ella respondió, “para vivir en mi mundo, no necesito dinero, sólo una gota de amor”.
La gitana se levantó y comenzó a caminar con donaire.
El señor, sonriente y dubitativo expresó, “linda muchacha, si te hubiera conocido 20 años atrás te hubiera cubierto el camino de flores. Hoy daría todo lo que tengo por una gota de amor”.

Los comentarios están cerrados.