Lo que parece un recurrente caso de mobbing (hostigamiento laboral) se presenta ahora en el Organismo Paramunicipal de Agua Potable de Cerritos, según denuncia de varios trabajadores afectados.
El mobbing es el acoso Constante, Contra alguien y Con intención (regla de las 3 C) que sufre una persona al ser atacada con razón o sin razón por alguno o algunos de su compañeros de trabajo, descalificando sus capacidades, compromiso laboral u honestidad.
Los querellantes –hombres y mujeres– señalan a Ángel Torres Flores, titular de organismo, como autor del sistemático acoso a los empleados, especialmente durante los días de pago, fechas en las que aprovecha que acuden a sus oficinas a cobrar sus sueldos, para amenazarlos con el despido, aún cuando, según ellos no existe motivo ni justificación alguna.
Unas veces en serio, otras en broma, éste “dictadorzuelo aldeano” les anuncia el cese a los subordinados, que no son de su contentillo, la amenaza que, incluso, aplica por orden alfabético, según sea el caso de nombres o apellidos, situación que desestabiliza emocionalmente a los afectados.
Distinguido recientemente con un reconocimiento a su labor al frente del organismo, Torres Flores olvida que la base de su éxito se sustenta precisamente en el apoyo de sus subordinados, quienes desde sus distintas funciones ponen calidad, eficiencia y entrega en su desempeño laboral, lo cual redunda en los buenos resultados que lo llevaron a obtener tal distinción.
En condiciones que rayan en lo inhumano, con horarios que violan francamente sus derechos laborales y que por ende contravienen las leyes en la materia, los trabajadores del OPAPCE realizan sus tareas con gran responsabilidad, de noche o de madrugada, sin importar el mal clima o los peligros que representa la delincuencia que ha sentado sus reales en los contornos de nuestra ciudad.
En vehículos en pésimas condiciones, sin frenos y con combustible limitado acuden a sus áreas de trabajo y si por desgracia se descompone su medio de transporte, el funcionario en mención los amaga con descontarles de su sueldo los gastos de reparación.
De hecho son constantes los descuentos injustificados en sus salarios sin mediar explicación. Este acoso se aplica discriminatoriamente, pues los favoritos del funcionario son intocables y gozan de privilegios hasta en el uso de vehículos.
Recientemente un trabajador de los protegidos de Torres chocó un vehículo nuevo y le destrozó la defensa, obviamente no tuvo que pagar nada, el gasto corrió a cuenta de las finanzas del organismo, pero si a otro con quien no simpatiza se le daña su vehículo es severamente regañado y amagado con el descuento.
Ante la incapacidad de la autoridad municipal para contrarrestar el hostigamiento, los trabajadores acosados planean acudir ante los organismos de Derechos Humanos para solventar su desesperada situación, ya que Torres Flores presume de recibir órdenes de la alcaldesa para cesar a los que no militan en las filas del panismo. Olvida que él arribó a este encargo con un partido distinto al de su ahora jefa.
Como remate a sus ínfulas de influyentismo, Ángel pregona que tiene controlada y en su mano a la Junta de Gobierno del OPAPCE y que por ende es inamovible.
En la administración pública nadie es dueño a perpetuidad del puesto que ocupa.
CINCELAZO.- A cada capillita se le llega su fiestecita, Así que ¡Aguas!
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