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No se trata de pleitos con vecinos sino de que las autoridades trabajen: Eduardo Gloria

  • Hace falta promover la cultura vial y colocar señalética

Rubén Salazar.- No se trata de estar contra la colocación de topes por sí misma, ni provocar discusiones o malentendidos entre vecinos, sino que las autoridades hagan su trabajo. Debe haber señalización adecuada, y promoverse una auténtica cultura vial, que los conductores tengan cuidado con los peatones y con otros vehículos, explica Eduardo Gloria Martínez, comerciante establecido que promovió en días pasados un Juicio de Garantías contra el ayuntamiento.
En el caso ante el juzgado sexto, el querellante manifestó que no hubo consulta sobre la colocación de los reductores de velocidad, ni justificación mediante un estudio técnico vial por parte de autoridades. Que coloquen señales en las cuatro esquinas, que manden agentes de tránsito en las horas pico, que se distribuya más el reglamento de tránsito, pide, y ya después se verá lo de los topes.
Los reductores de velocidad, no son la solución a la falta de cultura vial, ni a la falta de señalética, comenta en entrevista. Ante los comentarios que se han suscitado por el caso que hizo por la vía legal, aclara que se busca que las autoridades, tanto la Dirección de Obras Públicas como la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, actúen en sus respectivos ámbitos, ni de que haya pleitos entre vecinos ni nada personal contra nadie.
Gloria Martínez dice que la situación es que carreteras, calles y caminos vecinales están en deplorables condiciones. No hay señales de un límite de velocidad, que se ceda el paso al peatón, o de alto, y todo mundo se cree con preferencia en su paso. Hay señales que debido al material con que fueron hechas se han roto, o las han “vandaleado”.
En la esquina de Pípila y Manuel José Othón, y desde la salida hacia Villa Juárez, han sucedido muchos accidentes, algunos a altas horas de la noche. Podrían mandar algún agente de tránsito a las “horas pico”, sugiere, pero sólo se controla el tránsito en el centro, “como si los demás fuéramos de segunda”.
Y no sólo en la rúa donde se colocaría el tope por el que protesta el afectado. En muchas calles de esta cabecera vehículos de todos tamaños luchan por ser los primeros, o los más rápidos. En el día es común ver que no se cede el paso, o que la gente se estaciona en los lugares para discapacitados, con línea amarilla o bajan pasajeros donde se les antoja. Lo mismo en Guerrero que en Rafael Nieto. En calles de doble sentido con tope en la mitad de la calle (como sucede al lado de la gasolinera), los conductores lo evaden invadiendo a ciegas el otro carril.
“Es la falta de cultura vial, mucha gente no entiende que hay un reglamento de tránsito, y que no se trata de llenar la ciudad de topes sino de crear conciencia”, comenta el entrevistado.
En cuanto a los comentarios de algunos vecinos, dados a conocer en nuestra anterior edición, comenta el Sr. Gloria que afortunadamente el montacargas no se ve afectado, porque hay más lugares para hacer maniobras, dado que trabaja en otras bodegas, por lo que niega que ese sea el motivo de su inconformidad. El reto es, señala, poner a trabajar a las autoridades, que volteen a ver la problemática de las calles que salen del primer cuadro de la ciudad.
Gloria Martínez, quien desde el Programa Televisivo Diálogos ha pugnado por esta nueva cultura vial, dice que es cierto que su padre apoyó la colocación de unos topes, pero eran otros tiempos, no había tanto tráfico ni había señales como las que se pueden colocar hoy”.

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