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CERRILES 808

El peor trabajo de la dirigencia del PRI se reflejó en el resultado de este domingo.
El 7 de junio, 2120 personas de Cerritos votaron por ese partido.
Los acuerdos tampoco sirvieron de mucho. 132 votos logró Nueva Alianza y 102 ciudadanos votaron por Gabriela Gloria Guzmán.

Y es que de ser la segunda fuerza política, ahora el PRI estuvo por debajo del Partido Verde Ecologista de México, quien se llevó sus muy buenos 2365 tantos.

Simpatizantes deben evaluar el trabajo del Comité Directivo Municipal del PRI, porque este año en vez de sumar restó y eso debe preocuparles.

En el año 2012, con Jorge Luis Quintero Luévano–quien por segunda vez intentó la presidencia municipal– el tricolor obtuvo 4150 votos, perdiendo la elección contra el PAN-PANAL que se llevó el 43.14% de la votación con 4431 sufragios, dando así paso a la alcaldesa Dulce María Montes Zúñiga, quien sustituyó a Juan Arturo Narváez Banda tras el derrumbe de su candidatura por orden del Tribunal Federal Electoral, como producto de una demanda de nulidad promovida por representantes del PRI.

Aquella vez el Partido Verde que encabezó Carlos Ruiz Pérez, acabó con 479 votos, en esa candidatura común con Conciencia Popular, mientras que la coalición PRD-PT y MC de Javier Izaguirre Ruiz, pudo hacerse de 857 votos.

El PRI no entendió la peligrosidad de la falta de acuerdos entre su misma gente. Supo tarde que su propio enemigo fueron los (ex) priístas mismos, tal como en 2012 sucedió, cuando muchos líderes morales del Revolucionario emigraron al PAN, al ver que en el PRI todo apuntaba a un profundo barranco.

Esta práctica comenzó después de que Salvador Martínez Sifuentes acabó su trienio entre el océano de la discordia jamás registrado en un mismo partido.
Así los del PRI contribuyeron al triunfo del Partido del Trabajo y desde entonces el Revolucionario no ha vuelto a ocupar la alcaldía como lo hizo durante décadas.

Era una clara lógica para todo aquél que no está hinchado de orgullo ni confianza extrema. Si los votos de Carlos Ruiz se necesitaron aquella ocasión para hacerle frente al voto del PAN, este 2015, el daño que María Leticia Vázquez Hernández le haría al partido donde siempre militó, sería un suicidio anunciado. Y así fue. Los panistas lo sabían muy bien y se enfocaron en mantener la agrupación de los suyos… sumaron, apapacharon, prometieron, y cuidaron lo seguro.

Sin depender de otro instituto, Acción Nacional con Alfredo Sauceda acabó con 3258 votos, según la suma de 39 actas.
De un listado nominal de 16 mil 907 electores, participaron 10 mil 45 personas. Esto significó un abstencionismo del 40.6 por ciento.

Por mientras el PRI se enfocó tanto en tragarse a sí mismo. Los ataques fueron claros entre los dos grupos que no pudieron acordar una candidatura común. Las ofensas en redes sociales y presentaciones en vivo provenían de entre priístas y ex priístas que siguieron a Leticia Vázquez Hernández.
No se cansaron de afectarse y ambos probaron el sabor de la derrota la noche del 7 de junio porque solo trabajaron para perder.
Fue entonces que comprendieron que el número de opositores al Gobierno de Dulce María Montes Zúñiga era mayor, pero dividido no fue suficiente para cambiar de partido en el poder.

La acción mal pensada, precipitada, tanto por Lety Vázquez, así como de los altos mandos tricolor nos lleva a otras reflexiones.
El camino de la Licenciada en Derecho estaba marcado. Trabajó desde antes para conseguir simpatía entre el electorado e hizo mucho, pero antes de llegar a la candidatura halló una gran barrera que no pudo atravesar.

Cegada por la ira, (ante lo que la propia sociedad de Cerritos consideró injusto), y al ver truncada su candidatura, (que había anhelado por años), puso en alto su dignidad y decidió abandonar a ese PRI del cual siempre había sido compañera en buenas y malas.

La pérdida verde, ¿Significa el fin de la carrera de Lety Vázquez?; o bien acostumbrada al estilo priísta local, ¿Probará una segunda oportunidad bajo el mismo emblema? No lo sabemos. Pocas segundas partes han sido buenas aunque Lety posee un grupo leal.

Por su parte Gaby Gloria era un cartucho de buen calibre. Ahora los directivos lo quemaron y la táctica de candidatearla por segunda vez es una opción que no se descarta pero fastidiaría con los mismos atrás, porque con Gloria Guzmán se ha demostrado que el candidato no es el fracaso en sí del PRI.

Gaby no tenía cola para pisarle, pero se formó delante de quienes tal vez sí; luego la sacrificaron. El aspecto lo percató Cerritos entero, pero no la dirigencia que por si fuera poco, terminó por echar del partido a un brazo tricolor importantísimo en una competencia donde no debía menospreciarse ninguna cifra.

Habría sido ideal formar a las dos mujeres. Cualquiera pudo encaminar a la otra por un buen camino y los acuerdos también debieron ser visualizados a futuro con el fin de que todos los actores principales y sus seguidores, probaran del manjar presidencial.

El proceso interno del PRI comenzó viciado de origen, y la gente, al mirar algunas caras decidió no ser partícipe de oídos desentendidos, que no pudieron escuchar a voces íntimas y sabias.

El daño está hecho. Al ser el PRI y el Verde dos grupos derivados de un mismo nido, bien merecida tienen esa derrota compartida. Era Gaby o Lety, pero la dirigencia optó por ninguna, lo que indica la falta de acuerdos, la ausencia de buenas decisiones; el riesgo tomado sin medir la consecuencia.

Por su parte José Alfredo Sauceda Loredo no requirió de palabras para mantener unido al voto duro del panismo. Hasta se dio el lujo de mencionar discursos mezclados con renglones literarios.

Intervenciones sencillas, leídas, sin tanto grito, a veces mal pronunciadas, y muy cortas, fueron bastante para mostrar que la palabrería no es lo suyo, y con hechos demostrará esa capacidad que tanto citó el PAN en sus presentaciones.

Mientras el PRI y el Verde se enfocaban en desgastarse, Sauceda pasó de lado para llegar a la meta e hizo bien, porque a su edad, su figura no podía enseñar dotes de voracidad, autoritarismo o esa inmadurez política demostrada por sus principales adversarios.

En lo que el PRI-PNA y el PVEM optaron por compartir la derrota, el PAN convidó a los suyos al triunfo.

¡Comprobado! Cerritos, territorio panista.

Nos leemos pronto.

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