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De la desolación a la renovación

  • La transformación de la casa de «Fernando El Grande»

MARCO SERNA Y BETO GUERRERO.- La casa donde vivía Fernando de Ávila Martínez, alias El Grande, fiel amigo y lector de Plurinominal, está siendo remodelada por una persona desconocida, luego de que el inmueble quedara desolado tras el fallecimiento de su ocupante.

El Grande murió en abril de 2020, en circunstancias aún no esclarecidas. Su cadáver fue encontrado en un avanzado estado de descomposición, luego de que una persona denunciara fétidos olores que salían de la vivienda marcada con el número cuatro de la calle Guerrero, frente al Instituto Motolinía.

Los elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal acudieron al lugar y resguardaron la escena, mientras los peritos de la Fiscalía del Estado levantaban evidencias y trasladaban el cuerpo al Servicio Médico Legal, en Rioverde, para realizar la necropsia de ley.

La noticia se propagó rápidamente entre los vecinos y las redes sociales, donde se recordó la vida difícil y solitaria de El Grande, quien fue hijo de la señora Amparo Martínez y de Felipe de Ávila, conocido como El Felipón.

El Grande sufrió abandono e indiferencia de sus progenitores. También padeció la falta de vivienda, hasta que se instaló en la casa que le habría donado la maestra Teodora de Ávila, su tía. Sin embargo, el sitio siempre estuvo en disputa familiar, pues muchos querían la propiedad, que se ubica en una zona céntrica y comercial de Cerritos.

Según las versiones que circulan, la persona que está remodelando la casa sería un familiar de El Grande.

La casa siempre estuvo en condiciones precarias, sin servicios básicos y con varios incidentes, como el colapso del techo en una ocasión.

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