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Cerriles 2000

El reciente suceso de los dos hombres que fueron detenidos en el pasaje Morelos ha generado gran controversia en la sociedad. Este hecho, que algunos podrían considerar como una expresión de libertad, ha sido condenado por otros por catalogarlo como una falta de respeto hacia el espacio público y la moral social.

Independientemente de la perspectiva que se tenga sobre este caso, es importante reconocer que los individuos involucrados están lidiando con graves problemas de adicción. Según los reportes, uno de ellos tiene un historial de consumo de sustancias psicoactivas y problemas de alcoholismo, lo que probablemente ha afectado su capacidad de tomar decisiones informadas y actuar con responsabilidad.

En este sentido, en lugar de centrarnos en el acto en sí mismo, es importante abordar las causas subyacentes de la conducta de estas personas. La adicción a las drogas es una enfermedad que puede afectar a cualquiera, independientemente de su orientación sexual, género o estatus socioeconómico. Como sociedad, es nuestra responsabilidad ofrecer apoyo y tratamiento a las personas que luchan contra la adicción, en lugar de condenarlas por sus acciones.

Además, es importante tener en cuenta que la exposición pública y el escarnio social pueden tener consecuencias graves para la salud mental de estas personas. La vergüenza y la estigmatización pueden aumentar el estrés y la ansiedad, lo que puede agravar los síntomas de adicción y aumentar el riesgo de pensamientos suicidas.

En lugar de juzgar y condenarlos, deberíamos ofrecer apoyo emocional y tratamiento médico y psiquiátrico. El acceso a servicios de salud mental y adicción es esencial para ayudar a las personas a recuperarse y reintegrarse en la sociedad.

En cuanto a la salud emocional, drogas como el cristal pueden afectar negativamente la forma en que pensamos y razonamos. La droga aumenta la liberación de dopamina en el cerebro, lo que provoca sentimientos de euforia y aumento de la energía. Sin embargo, el uso continuado de la droga puede provocar paranoia, ansiedad, delirios y alucinaciones, lo que afecta la capacidad de una persona para tomar decisiones informadas y pensar con claridad.

El tratamiento psiquiátrico para personas adictas al cristal generalmente implica una combinación de terapia conductual, terapia cognitiva y medicamentos para ayudar a controlar los síntomas de abstinencia y la ansiedad. Es importante que estas personas reciban apoyo emocional para abordar las causas subyacentes de su adicción y aprender estrategias efectivas para prevenir futuras recaídas.

La ayuda debe ser inmediata. El tratamiento puede incluir terapia de crisis, medicamentos para tratar la depresión y la ansiedad, y terapia grupal para ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades sociales y de comunicación efectivas. También es importante que se proporcione apoyo emocional a estas personas, incluyendo terapia individual y familiar para ayudarles a hacer frente a su adicción y sus consecuencias, pues quedó claro que los implicados no solo se enfrentan a una sociedad homofóbica que poco a poco podría rechazarlos, sino que también sus familias de ahora en adelante también pueden actuar indiferentes al considerarlos un caso perdido.

Nos leemos la próxima…

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