- Un oficio en peligro ante la era digital
BETO GUERRERO.- El único cartero de Cerritos, que aún transita por sus calles en bicicleta, enfrenta una carga de trabajo que disminuye gradualmente. Su labor se centra en la entrega de alrededor de 80 cartas diarias, la mayoría de las cuales corresponden a recibos de compañías y estados de cuenta bancarios. Sin embargo, sorprendentemente, también se encarga de la distribución de aproximadamente 220 recibos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La pregunta que surge es por qué la CFE no emplea repartidores propios para sus recibos, lo que podría aliviar la carga de este cartero solitario.
Sin embargo este caso también ejemplifica cómo los avances tecnológicos, como el correo electrónico y la facturación electrónica, están desplazando lentamente profesiones que antes eran fundamentales. Los carteros, que alguna vez fueron la única vía de comunicación escrita para muchas personas, ahora se enfrentan a una disminución en la demanda de sus servicios.
El cartero de Cerritos se ha convertido en un símbolo de la lucha por mantener viva una profesión que se ve amenazada por la digitalización y la automatización. A medida que la inteligencia artificial y la tecnología continúan avanzando, es probable que otras ocupaciones enfrenten situaciones similares.
El cartero es un recordatorio de que, en la era digital, las profesiones tradicionales a menudo deben adaptarse para sobrevivir. La evolución de la tecnología puede cambiar la forma en que trabajamos y nos comunicamos, y es fundamental que las personas se preparen para estas transformaciones.
Los comentarios están cerrados.