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Detienen a dos y se denuncian abusos

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REDACCIÓN.- El lunes 6 de noviembre, la comunidad de Cerritos se vio sacudida por la detención de dos individuos por supuestamente alterar el orden público, lo que generó controversia y una denuncia pública en redes sociales sobre presuntos abusos policiales.

En el primer incidente, la Guardia Civil Estatal, bajo el mando de Marco Antonio Rodríguez Terán, informó el arrestó de Jacobo Ventura Martínez, de 35 años de edad, con domicilio en la calle Francisco Javier Mina número 38, en el barrio de Nuestro Padre Jesús. Según eso, Ventura Martínez fue detenido por alterar el orden público y puesto a disposición del Juez Calificador. Tras un diagnóstico médico que indicaba intoxicación por un estupefaciente no identificado, fue ingresado en la celda preventiva número 2 en espera de resolver su situación jurídica.

Simultáneamente, el mismo equipo de la Guardia Civil Estatal detuvo a Raúl Ventura Rodríguez, un hombre de 67 años que reside en la misma dirección, la calle Mina 38 del barrio de Nuestro Padre Jesús. Ventura Rodríguez fue detenido por el mismo motivo de alterar el orden público y, tras un diagnóstico médico que lo certificaba como clínicamente sano, fue entregado al Juez Calificador.

En un video que se ha difundido en las redes sociales y que fue compartido con Plurinominal, se observa cómo la policía está centrada en la detención de Jacobo Ventura. En ese momento, su padre, Raúl Ventura, intenta impedir que abusen físicamente de su hijo y se dirige enérgicamente a los agentes, y dice, “hey, bájenle de huevos, no le peguen”.

Un elemento responde, “¿Cómo?, ¿quién le está pegando? ¿bájele de qué? ¿perdón?, le preguntan a Raúl Ventura, quien estuvo a cargo de la policía municipal de Cerritos durante el mandato de Salvador Martínez Sifuentes y se dedica al comercio semifijo en la zona centro.

Raúl Ventura, sin intimidarse, repite su solicitud y de nuevo dice. “de huevos”.

A poca distancia, una persona que grababa la acción con un teléfono móvil fue agredida, lo que provocó que el dispositivo se cayera al suelo, cortando el video. Se ha mencionado que un menor estaba grabando.

Como resultado, los policías detuvieron a Raúl Ventura, ya que intentó evitar lo que consideraba un uso excesivo de la fuerza contra su hijo, un militar. La difusión de este incidente en las redes sociales generó una ola de denuncias contra la Guardia Civil Estatal, acusándolos de actuar de manera prepotente y violenta.

El caso ilustra el dilema en el que a veces se encuentran las fuerzas de seguridad que luchan por mantener el orden público. Por un lado, se les exige actuar sin tolerancia contra quienes alteran el orden público, pero cuando surgen acusaciones de abuso, la comunidad se levanta en contra de ellos, complicando su labor.

Hasta el momento, no se ha confirmado si los Ventura planean presentar denuncias por presuntos abusos policiales. Lo que es evidente es que al día siguiente ya estaban en libertad. Esto sugiere que los delitos por los que se les detuvo eran menores.

Por otro lado, la policía acusó a ambas personas de cometer faltas administrativas, en este caso tomar y gritar, lo que se investiga.

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