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CERRILES 2337

Matehuala, el paraíso donde el miedo a los asaltos ya es parte del paisaje. El Ayuntamiento, con su presidente municipal al frente, parece que sigue en modo siesta mientras los robos y los sustos se disparan como cohetes en feria. Ahora, los diputados de la Comisión de Seguridad Pública, con su Punto de Acuerdo, le dan un coscorrón al municipio para que despierte: patrullajes en horarios de entrada y salida de los trabajadores, mesas con empresarios, protocolos que suenan a manual de autoayuda. César Arturo Lara Rocha, el diputado que alzó la voz, no hace más que repetir lo que los medios locales gritan: la inseguridad está que arde. El Gobierno del Estado presume operativos y policías fortachones, pero sin el sector privado y la ciudadanía, esto es como echarle limón a la herida. A ver si el Pleno vota por algo más que buenas intenciones, porque Matehuala no aguanta otro capítulo de esta telenovela delictiva.

Otra jugada del magnate Salinas Pliego, ahora en Villa Hidalgo. Como si Corcovada necesitara un “remake” de la tragedia de Cerro de San Pedro, donde la minera San Xavier dejó un coctel de arsénico y cianuro que aún envenena la tierra. Ahora, con la fachada de una cementera, la empresa CEMAT, ligada al empresario, quiere engatusar a los ejidatarios para que cedan 426 hectáreas. ¿Cemento? ¡Por favor! Los lugareños no son tontos: saben que no hay piedra caliza, pero sí litio, oro, plata y hasta uranio en el menú extractivista. Y con la zona en veda por agua, cualquier minera se toparía con un desierto seco. Prometen 2 mil empleos, pero a cambio de dividir al ejido y despertar a los fantasmas de la contaminación. Ambientalistas ya levantan la voz, mientras el gobierno estatal titubea. En la asamblea ejidal, se discute el futuro de Corcovada. ¡Ojalá no caigan en el anzuelo de Salinas, que solo ve billetes donde otros ven su hogar!

¡Cerritos, el aspirante a Pueblo Mágico que parece atrapado en un novelón burocrático! Quieren la nominación, pero las reglas son más opacas que el vidrio de una cantina vieja. Una casona centenaria recién mordió el polvo, y nadie dijo ni pío, pero ay de quien quiera tocar un ladrillo en la calle Escobedo. Ahí, el Consejo de Patrimonio Histórico se puso más estricto que suegra en domingo: ni una tienda, ni una ventanita de 20 por 20, ni un suspiro, porque esa construcción —antes gimnasio, antes bodega— es «histórica». Mientras, la techumbre amenaza con volarse en la próxima ráfaga, poniendo en jaque a los vecinos. Pero en las orillas, los dueños tumban casonas como si fueran castillos de naipes, sin que el Consejo mueva un dedo. ¡Vaya coherencia! Si Cerritos quiere su estrellita de Pueblo Mágico, primero que alguien le explique al Consejo qué es patrimonio y qué es capricho. En Redes Sociales del H. Ayuntamiento, se menciona al arquitecto Jaime Luna Castillo, como personaje clave para la toma de decisiones en cuanto al tema, que también corresponde al Consejo de Patrimonio Histórico del municipio.

Esos de Morena en San Luis Potosí quiere volar sin muletas para el 2027. La diputada Jessica Gabriela Torres López anda cacareando que el partido guinda está listo para dejar en el camino al Partido Verde y cualquier otro aliado que les quiera colgar el milagrito. Según ella, los morenistas potosinos están tan enchufados que no necesitan de nadie más para arrasar en las urnas. ¡Órale, qué confianza! En el Consejo Nacional de Morena, se supone que pondrían las cartas sobre la mesa y dejarían claro que el nepotismo está más fuera de moda que los DVDs, aunque la ley no lo prohíba hasta 2030. Torres López insiste en que quien quiera subirse al tren de Morena tendrá que bailar al son de sus reglas. Pero, vamos, en política, tanto amor propio a veces termina en autogol. ¿Será que Morena realmente tiene con qué, o solo están echando el chal para tapar las grietas?

Nos leemos la próxima…

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