- Dólares distorsionan la economía local y hacen la vida más costosa para quienes no reciben estos fondos
MARCO SERNA.- Cerritos se encuentra en una encrucijada económica. Con familias que tienen parientes en Estados Unidos, las remesas son una fuente vital de ingresos traducidos en millones de dólares anuales. Sin embargo, este flujo monetario ha tenido efectos colaterales, como el aumento de precios en bienes y servicios, incluso superando a los de la capital potosina.
La gentrificación, un fenómeno donde áreas urbanas son renovadas y sus residentes originales desplazados por otros de mayor poder adquisitivo, no es exactamente lo que sucede en Cerritos. Aquí, la afluencia de dólares ha provocado una inflación localizada, elevando el costo de vida sin necesariamente implicar una transformación urbana o social.
A pesar de que las remesas mejoran el nivel de vida y permiten inversiones en infraestructura y servicios, también pueden crear disparidades económicas. Los terrenos en el centro de Cerritos alcanzan precios comparables a los de las zonas más caras de la capital, y la moneda estadounidense se ha integrado en transacciones cotidianas, desde compras hasta propinas.
¿Benefician las remesas a Cerritos? La respuesta no es sencilla. Por un lado, representan un impulso económico significativo; por otro, pueden distorsionar la economía local y hacer la vida más costosa para quienes no reciben estos fondos.
La clave podría estar en una gestión equilibrada que aproveche las remesas para el desarrollo sostenible, sin descuidar la accesibilidad económica para todos los cerritenses.
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