- Algunos datos del primer semáforo que tuvo Cerritos
MARCO SERNA.- La ciudad de Cerritos se enfrenta a un dilema en materia de vialidad que pone de manifiesto la compleja relación entre infraestructura y cultura cívica. La necesidad de un semáforo en el primer cuadro de la ciudad ha sido tema de discusión entre los habitantes, pero surge la interrogante sobre si la comunidad está preparada para respetar y mantener adecuadamente este dispositivo de control de tráfico.
La historia de Cerritos con los semáforos no es reciente. En el pasado, cuando aún no ostentaba el título de ciudad, y siendo alcalde Salvador Martínez Sifuentes, se instaló el primer semáforo junto a las vías del ferrocarril, en el crucero ferroviario que conduce al CBTA 123 y al libramiento. Su propósito principal era alertar a los conductores sobre el paso del tren, una medida que parecía adelantada para una población de su tamaño en aquel entonces.
Durante la administración de Martínez Sifuentes, se dio un paso más allá al instalar no solo un semáforo sino también una pluma mecánica automatizada en el mismo cruce. Sin embargo, este avance tecnológico tuvo una vida útil de aproximadamente dos años antes de que la pluma comenzara a presentar fallas y fuera doblada por algún individuo, dejando en evidencia los desafíos de mantenimiento y cuidado de la infraestructura pública.
El problema de congestión vial en la zona no es menor. En diciembre de 2016, se hizo público en estas páginas el llamado a comisionar agentes de tránsito para atender los embotellamientos matutinos. Estos se originan por el flujo de personas que llegan a Cerritos o salen para sus actividades diarias, provenientes de comunidades como Tepozán, Mezquites, o municipios aledaños como Villa Juárez y Rioverde. A esto se suma el tráfico generado por estudiantes, profesores y familiares que acuden al CBTA 123.
La situación se complica por cuestiones de jurisdicción. El gobierno municipal ha declarado que la responsabilidad de la zona recae en la empresa Kansas City Southern, lo que ha resultado en una falta de intervención local para realizar modificaciones. Con la reciente construcción del bulevar CBTA 123-Los Pinos, surge la incertidumbre sobre posibles proyectos viales para descongestionar el área, que continúa presentando problemas de tráfico, especialmente durante los días de clases en el CBTA 123.
El panorama actual sugiere que Cerritos enfrenta un desafío que va más allá de la mera instalación de infraestructura vial. La falta de respeto a las estructuras existentes y el aparente desacato a los reglamentos y leyes de tránsito vigentes plantean serias dudas sobre la capacidad de la comunidad para adoptar y mantener un sistema de semáforos en el centro de la ciudad.
«No es solo cuestión de instalar semáforos, sino de fomentar una cultura vial responsable», declaró un profesor.
Los comentarios están cerrados.