- Presuntos adictos arrasan con flores, santos y herrería ante la falta de vigilancia
BETO GUERRERO
El Panteón Municipal de Cerritos ha sido objeto recurrente de actos delictivos, según denuncias de habitantes que acusan a personas con adicciones de sustraer arreglos florales, imágenes religiosas, veladoras, macetas e incluso piezas de herrería como puertas y ventanas de las tumbas.
Vecinos reportan que cada 10 de mayo, coincidiendo con el Día de las Madres, los robos se intensifican. Ciudadanos que este año acudieron a rendir homenaje a sus madres fallecidas expresaron su indignación al encontrar las sepulturas vacías, sin flores de plástico ni figuras religiosas que habían colocado en visitas anteriores.
La falta de seguridad en el panteón es un clamor popular. Ciudadanos exigen la instalación de cámaras de vigilancia que realmente funcionen, a diferencia de las del pueblo, donde muchas están inservibles o solo operan parcialmente. También señalan la ausencia de un velador efectivo, cuestionando si el encargado, de existir, permanece dormido durante los robos nocturnos. La preocupación crece, ya que este problema afecta la memoria de sus seres queridos y la tranquilidad de la comunidad.
Un aspecto que genera sospechas entre los pobladores es la posible complicidad de trabajadores del panteón con los delincuentes, una duda que urge esclarecer a las autoridades locales. Mientras tanto, los habitantes piden acciones inmediatas para frenar los saqueos y preservar la dignidad del lugar que guarda los restos de sus familiares. La situación actual refleja un problema que no puede esperar más para ser atendido.
Aunque no se descarta la participación de delincuentes habituales, se presume que muchos de los responsables cometen estos robos para vender los objetos a bajo precio y financiar su consumo de drogas y alcohol.
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