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El problema de las adicciones

  • Los «borrachos» o «drogadictos» son un peligro, sus acciones o dichos pueden generar un estado de incomodidad
  • La gente en sus cinco sentidos no se atrevería a decir las cosas como ellos

Por MARCO SERNA.- Los candidatos han de analizar el problema de las adicciones. Cerritos ha perdido a muchos por enfermedades como el alcoholismo y la adicción a sustancias como la cocaína o el cigarro.

El problema acecha a un amplio estrato social, por eso los casos han sido apreciados en familias de toda clase.

De esta grave enfermedad trifásica (física, mental, espiritual) y progresiva pocos logran recuperarse.

Los que caen en tales redes lo hacen desde edades mas tempranas.

Pocos pueden pagar el internamiento en un centro de adicciones. Algunas cantidades llegan hasta los 50 mil pesos mensuales, y esto no garantiza la rehabilitación del enfermo, por lo que se cree, es necesaria «la ayuda de un poder superior» tal y como el adicto lo concibe, para lograr la cura, la cual de ocurrir es considerada un milagro, porque ni la ciencia ha logrado explicar cómo solo muy pocos logran anteponerse a las adicciones.

Sobre el tema hay algo que resulta interesante. En tal «enajenación», los borrachos o drogadictos dentro del estado que puede considerarse de “locura”, pueden atreverse a decir o a hacer cosas que la gente en sus cinco sentidos no se animaría a hacer ni a decir.

Tales acciones, suposiciones o hasta afirmaciones pueden generar un estado de incomodidad dentro del pensamiento habitual, o hasta en el mayor de los casos, lograr un estado de inestabilidad social.

Pocos pueden pagar el internamiento en un centro de adicciones. Algunas cantidades llegan hasta los 50 mil pesos mensuales, y esto no garantiza la rehabilitación del enfermo, por lo que se cree, es necesaria «la ayuda de un poder superior» tal y como el enfermo lo concibe, para lograr la cura, la cual de ocurrir es considerada un milagro, porque ni la ciencia ha logrado explicar cómo solo muy pocos logran anteponerse a las adicciones.

Según expertos en el tema, soportar a un borracho es algo de lo más triste y vergonzoso. A diario sus más queridos deben enfrentar pesares y el cuadro de ver cómo se consume hasta el final es sumamente doloroso. Lo más difícil es no aceptar que en la familia se cuenta con un miembro así, incluso la muerte generalmente es disfrazada con algún otro padecimiento, «porque el borracho sigue dando lata incluso muerto» y de pocos difuntos se reconoce que murieron sin hígado.

Según expertos en el tema, soportar a un borracho es algo de lo más triste y vergonzoso. A diario sus más queridos deben enfrentar pesares y el cuadro de ver cómo se consume hasta el final es sumamente doloroso. Lo más difícil es no aceptar que en la familia se cuenta con un miembro así, incluso la muerte generalmente es disfrazada con algún otro padecimiento, «porque el borracho sigue dando lata incluso muerto» y de pocos difuntos se reconoce que murieron sin hígado.

En la localidad son muchos los que no reconocen el problema, el que da solo para ver la adicción o locura en otros, menos en los suyos. Cientos de adictos y borrachos ya no están con nosotros, pero hayan sido verdades o no, son sus dichos los que perduran en la historia municipal. («Como dijo don este… como decían doña esta»).

El municipio de Cerritos negó la instalación de un centro de adicciones, por ello los aspirantes a la alcaldía han de pensar en la importancia de contar con un lugar en la localidad como parte de la solución a este problema social.

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