La designación de Anaís Martínez como presidenta interina revela las complejidades políticas en Cerritos, donde Salvador Martínez Sifuentes, hábil estratega, demuestra su dominio. A pesar de conflictos previos durante su trienio, que lo llevaron a ser enjuiciado, Martínez Sifuentes ha tejido una red de influencia, respaldando discretamente a Leticia Vázquez. El posible ascenso de su hermano, Eusebio Martínez Sifuentes, como candidato de la coalición Fuerza y Corazón por Cerritos, crearía un escenario controlado por la familia que fue truncado a última hora, pero “es chicle y por poco y pega”. Ruth Liliana Castillo Montelongo, del Partido Verde, se suma al entramado político, respaldando la coalición PVEM, Morena y PT, en la que sin duda, Chavita tiene juego. La historia, con giros intrigantes, revela la caída del PRI y PAN, mientras el exalcalde, desde las sombras, sigue ejerciendo su influencia. Salvador Martínez Sifuentes parece tener un futuro político sostenible, marcando una etapa donde los errores pasados no obstaculizan su control continuo. En uno de sus informes de gobierno, la propia Leticia Vázquez, reconoció el papel que Salvador Martínez Sifuentes ha jugado en su trayectoria política. Si bien, en el año 2009 el Congreso del Estado notificó la destitución e inhabilitación por 15 años para ejercer cargos públicos a Martínez Sifuentes, los actores de antaño no parecen haber tomado la fuerza que aún ejerce el exalcalde. Para ejemplo, este 2024, con su hija como presidenta interina, Chavita sigue controlando.
Por otra parte la transmisión en vivo que hace el aspirante prianista Alfredo Sánchez Azúa, de la sesión de Cabildo, donde se resolvió el interinato, queda solo para el anecdotario, dado lo tardío de hecho y por su ejecución previa al inicio formal de las campañas. De haberlo realizado, no digamos durante el primer periodo de gobierno de la alcaldesa saliente, sino al menos al inicio del presente ejercicio fiscal, se hubiese manifestado, al igual que su denuncia contra la opacidad de las sesiones edilicias, como un acto de valor y honestidad políticos. Pero dada su extemporaneidad, más parece una burda estratagema electorera. Y es que parece que mientras Chava Martínez se fortaleció aún enjuiciado, de la fecha en que el aspirante del PRIAN, Sánchez Azúa, fue alcalde hasta hoy, la masa votante de Cerritos ha madurado políticamente y ya no comulga con ruedas de molino.
La arrogancia de una vendedora ambulante, quien utiliza las vías públicas como su sala de exhibición para promover una camioneta «chocolate», es objeto de críticas y cuestionamientos. Su descontento al recibir una denuncia revela una mentalidad cínica que obstruye calles como Hidalgo o Juárez. La respuesta del departamento de Desarrollo Económico indica que los comerciantes establecidos en el centro expresan su malestar ante la falta de control, señalando el aumento del desorden con vendedores semifijos y ambulantes. La situación llega a un extremo absurdo con un vendedor de pollos ofreciendo pizza y refrescos. La advertencia de que la plaza no se convierta en una agencia de autos es crucial, especialmente si se aspira a mantener el estatus de Pueblo Mágico, subrayando la necesidad de preservar la limpieza y el orden en el corazón de la localidad. El tema de los perros callejeros lo dejamos para otro día.
La reciente aparición de nuevas páginas que prometen exponer presuntas irregularidades gubernamentales suscita interrogantes sobre la credibilidad de fuentes que optan por operar en el anonimato. Esta falta de transparencia sugiere posibles motivaciones ocultas y plantea la pregunta de si aquellos detrás de estas revelaciones temen represalias o ser etiquetados como hipócritas. La necesidad de contrastar la información es evidente, ya que la ausencia de identificación de los autores podría indicar intenciones políticas detrás de las denuncias, con el objetivo de favorecer a algún aspirante a la alcaldía. Más allá de un compromiso con la verdad, estas acciones parecen ser estrategias que encierran amenazas veladas y persiguen objetivos políticos, enfatizando la importancia de examinar tanto la versión del denunciante como la del denunciado, respaldadas por pruebas contundentes.
La inauguración del Banco de Bienestar en Cerritos ha generado controversia, especialmente en relación con la ausencia de un empresario destacado que donó el terreno. Según una exservidora de la nación, la omisión de una invitación sugiere una posible falta de consideración hacia uno de los líderes empresariales más exitosos de la localidad. Sin embargo, investigaciones revelan que la invitación fue pública, enfatizando la naturaleza igualitaria y no partidista del evento, destinado al beneficio de la comunidad. A pesar de la notoriedad de algunos funcionarios locales, la atención se centra en su presencia en otras inauguraciones en Villa Hidalgo y Guadalcázar, evidenciando el esfuerzo expansivo del Banco del Bienestar en la región. Este acto, más allá de personalidades locales, destaca la importancia de la inclusión y el servicio a la comunidad en la implementación de instituciones bancarias.
El señalamiento hacia la Lic. Yahaira Vázquez Berumen, Oficial del Registro Civil de Villa Hidalgo, por presunto maltrato a los ciudadanos, levanta preocupación. Un mensaje anónimo recibido destaca su comportamiento considerado por algunos como despotismo, aunque la exageración no se descarta. La mención de nombres como Lulú y Marcela, junto con otras secretarias, sugiere un patrón de conducta que, según varios informantes, ha arraigado en la institución, creando una atmósfera donde estas personas actúan como si fueran invulnerables a la posibilidad de ser reemplazadas. Aunque la veracidad de estas acusaciones debe ser evaluada cuidadosamente, es esencial que las autoridades tomen medidas para garantizar un servicio público justo y respetuoso, donde los funcionarios estén al servicio de la comunidad, evitando actitudes que generen discordia y descontento entre los ciudadanos.
Nos leemos la próxima…
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