Pulsa «Intro» para saltar al contenido

En Cerritos, ¿Quién es el responsable?

Escrito por Francisco V. De la Cruz.-
La mayor parte de cerritenses, nos preguntamos quien será el verdadero responsable de que Cerritos enfrente una nueva elección y nuevamente se vea sumido en el caos político a consecuencia de diferentes situaciones.
¿El gobernador del estado tiene la culpa? ¿Los tribunales electorales? ¿Los priístas? ¿La prensa local escrita?
Algunos también pueden preguntarse, ¿Cuánto costará una nueva elección al erario público? ¿Cuántas obras y acciones se dejarán de hacer en beneficio de los potosinos por canalizar esos recursos a la nueva elección? ¿Quién es el responsable de que esto suceda?
Para esto debemos analizar las situaciones que se dieron durante el proceso electoral.
Desde la contienda interna del Partido Acción Nacional se vislumbró un rompimiento al interior del mismo cuando se propusieron las candidaturas de Gregorio Carbajal Sánchez y del Licenciado Arturo Narváez Banda.
Internamente a éste se le dijo que no reunía los requisitos de residencia y lo mismo se comentó al conocerse su aspiración a la presidencia.
A pesar de todo, Juan Arturo se empeñó en lograr la candidatura de su partido.
Para lograrlo, tuvo que haber desembolsado recursos económicos para su propia promoción.
Ya investido como candidato el abogado, el grupo interno del PAN que apoyaba al Ingeniero Gregorio Carbajal, acusó a los ganadores de prácticas dudosas e hicieron pública su inconformidad con ese partido al unirse –algunos– abiertamente al proyecto de Jorge Quintero.
Para entonces se volvió a comentar que de acuerdo al cargo que ostentaba como notario en el municipio de Villa de Arista le sería difícil comprobar su residencia en este lugar, incluso el mismo se mostró insistente en pedir a Jorge Quintero retirar la demanda contra su registro en una taquería.
Así las cosas, el notario se empecinó en seguir siendo el candidato, ignorando lo establecido en la ley.
Los priístas hicieron valer sus argumentos ante los tribunales electorales. Ejercieron un derecho que les otorgaba la ley, logrando que un tribunal decretara la inelegibilidad del notario público, esto basado en el hecho de que la constancia de residencia estaba mal redactada, pero para los tribunales ese primer agravio fue suficiente para decretar su inelegibilidad, aunque todavía sobraban otros ocho motivos que se presentaron para lograr el mismo sentido.
Después de la sentencia, Arturo Narváez Banda, se mostró aferrado.
Intentó subsanar o reponer la constancia de residencia, “mostrando un total desconocimiento de la Ley Electoral”, han indicado los asesores jurídicos del tricolor.
Pero según los priístas, cometió otro error: Seguirse ostentando como candidato cuando ya no lo era.
Así, se realizaron durante varios días perifoneos donde se mencionaba: “Pésele a quien le pese sigo siendo el candidato de Acción Nacional”.
Según declaraciones de Federico Castillo Vera, este es uno de los errores que costó la anulación de la elección.
Por lo anterior, la deducción de quien esto escribe, es que el principal responsable de que se llegue a una nueva elección, es precisamente quien figuró como candidato del Partido Acción Nacional, ya que con sus acciones orilló esta situación.
Desafortunadamente ahora ni él personalmente reconoce sus errores, mucho menos los dirigentes de Acción Nacional.
Por otro lado, en hechos que son ajenos al ex candidato, existe una sospecha muy amplia sobre la transparencia de la elección.
Es evidente que el PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares) fue suspendido cuando faltaban solamente tres casillas por computar. Precisamente, cuando los resultados estaban muy cerrados.
En ese momento apenas existía una diferencia de 1.5 y estas casillas son las que resultaron con mayores problemas.

Los comentarios están cerrados.