- Plurinominal fomenta el hábito en papel impreso, mientras nuevas generaciones prefieren dispositivos móviles
BETO GUERRERO.- En las bancas de la plaza principal, bajo la sombra generosa de árboles frondosos, una escena cotidiana se repite cada mañana en Cerritos: adultos mayores disfrutan la lectura pausada del periódico impreso, manteniendo viva una tradición que las nuevas generaciones han ido abandonando gradualmente. Esta práctica, aparentemente simple, representa un fenómeno cultural que trasciende el mero acto de informarse.
Los habitantes de la tercera edad en Cerritos han encontrado en la lectura del periódico impreso un ritual que combina información, entretenimiento y conexión social. Desde sitios públicos como plazas y parques, hasta el interior de sus hogares y negocios, estas personas experimentan los beneficios tangibles de la lectura en papel, algo que contrasta notablemente con la dependencia tecnológica de las generaciones más jóvenes.
La relación entre los lectores maduros y el periódico adquiere características particulares que van más allá del simple consumo informativo. Para quienes crecieron en la era previa a la digitalización masiva, el periódico representaba una de las tres fuentes principales de información y entretenimiento, junto con la televisión y la radio. Cada medio tenía su momento específico y su función particular en la rutina diaria.
La experiencia de lectura del periódico impreso ofrece características únicas que lo distinguen del consumo digital de noticias. Los lectores pueden ejercer un control absoluto sobre su experiencia: pueden leer de atrás hacia adelante, saltar secciones, detenerse en detalles específicos o simplemente hojear los titulares. Esta libertad de navegación contrasta con la estructura lineal y a menudo abrumadora del contenido digital.
El periódico impreso funciona como un «zoológico ordenado de noticias» donde la información se presenta clasificada por temas y secciones, facilitando la comprensión y el procesamiento de la información. Esta organización estructurada contrasta con la naturaleza caótica de internet, donde la información se presenta sin jerarquía clara y puede resultar abrumadora para usuarios no familiarizados con las tecnologías digitales.
La lectura del periódico impreso desarrolla habilidades cognitivas específicas que benefician particularmente a los adultos mayores. El proceso de «rumiar» la información antes de digerir su contenido estimula el pensamiento crítico y la reflexión pausada. Los lectores aprenden a interpretar titulares, contrastar información de diferentes fuentes y desarrollar criterios propios sobre los acontecimientos.
Además del valor informativo, el periódico impreso ofrece beneficios prácticos y ambientales. Su naturaleza física permite múltiples usos después de la lectura: puede servir para envolver objetos, proteger superficies o incluso como material de reciclaje. Esta versatilidad añade valor a la inversión inicial y contribuye a la sostenibilidad ambiental cuando se maneja adecuadamente.
La experiencia sensorial de la lectura en papel también contribuye a su atractivo entre los adultos mayores. El tacto del papel, el sonido de las páginas al pasar y la ausencia de fatiga visual asociada con las pantallas digitales crean una experiencia de lectura más cómoda y placentera para este grupo demográfico.
Plurinominal, con diecinueve años de trayectoria como medio informativo, ha observado esta transición generacional manteniendo presencia tanto en formato impreso como en plataformas digitales. Esta dualidad permite atender las preferencias de diferentes grupos de edad, reconociendo que cada formato tiene su público específico y sus ventajas particulares.
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