Miasmas preelectorales

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La crítica social al ejercicio de la función pública es inherente al cargo que se ocupa, ningún funcionario o servidor público está ni debe estar exento a ese escrutinio.
Esta acción de la sociedad enriquece y transparenta la vida democrática.
Por sus obras, el gobernante enaltece o denigra su imagen ante el pueblo que lo eligió, cuyo juicio es siempre justo e inapelable.
Sin embargo, nunca faltan las mentes insidiosas, que aprovechan el derecho de crítica para desahogar sus complejos y frustraciones en contra de a quienes su paranoia les lleva a creer que son enemigos de peligro. Y en esa plataforma de estulticia y malevolencia irracional se dedican a lanzar dardos ponzoñosos, disparando en redondo contra todo lo que se mueve, sin importarles que en sus embates lesionen a gentes ajenas a sus resabios o prejuicios.
Mediante cualquier medio a su alcance vierten su insidia escudados en el anonimato y mediante panfletos y redes sociales vomitan lo que su cobardía no les permite expresar frontalmente.
En la más pura expresión de intolerancia, sus alienados cerebros baldados por la maldad piensan que quien disiente de sus credos o sus ideologías está en contra de ellos y por tanto es un potencial peligro al que hay que atacar y destruir.
Así es como estos tipejos inician sus campañas sucias desde el anonimato.
Hoy, las calumnias y las denostaciones hacen blanco en los aspirantes a algún cargo político utilizando manidamente hasta cuestiones de la vida privada como armas de denigración, lo cual pone de manifiesto la bajeza moral del agresor.
Pero lo más patético de esta guerra sucia es que un partido político utilice estas deleznables estrategias para promover el voto a su favor, con lo que demuestran carencia de argumentos y sustentos sólidos para atraer la atención y el sufragio de los potenciales votantes.
Ignoran quienes realizan este tipo de prácticas que sus malévolas acciones se revierten en su contra dentro del ánimo popular, pues el pueblo ya esta hastiado de la política sucia y espera que los aspirantes a gobernarlos les presenten propuestas inteligentes y creativas que detonen el crecimiento integral de la tierra que los vio nacer, en vez de recibir cubetadas de miasmas verbales propias de una política aldeana que ya es inaplicable en un pueblo cuya politización crece y se actualiza en la modernidad día a día.
En Cerritos ha enraizado ya una nueva clase política, más pensante y propositiva, con ideas frescas y atractivas que rechaza la vulgar grilla de cañería y la política rupestre de la calumnia y el engaño.
Mucho tendrán que trabajar quienes aspiren a un cargo de elección popular para convencer al electorado de la veracidad de sus propuestas, los tiempos han cambiado y el pensamiento político de las gentes ha evolucionado, las tácticas trasnochadas ya no hacen mella en el ánimo de los sufragantes, hay que voltear hacia las propuestas relistas e inteligentes, hablar con la verdad y analizar con prudencia las promesas de campaña que se presentarán y sobre todo alejarse diametralmente de la política de muladar.
CINCELAZO.- Lo que de la boca sale proviene del corazón.