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La luz es el pincel del fotógrafo

  • Homenaje a Miguel Ángel García Nieto

Marco Serna.- Miguel Ángel García Nieto recibió un reconocimiento como “Cronista visual del estado potosino”.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia, a través del Museo Regional Potosino; la Secretaría de Educación Pública; el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y el Programa de Cronistas Visuales del Estado destacaron el trabajo del fotógrafo cerritense por haber conservado los usos y costumbres de nuestra ciudadanía potosina a través de gráficas.
El homenaje sucedió el viernes 17 de julio de 2015, a las 20:30 PM, en la Plaza de Aranzazú, Arcada del Museo Regional Potosino donde Miguel Ángel cedió los derechos de sus fotos al INAH y al museo.
“Cronistas Visuales del Estado” se ha consolidado como el más fidedigno programa de rescate de archivo fotográfico. La foto constituye en la actualidad uno de los principales medios de expresión artística, en paralelo tiene un papel fundamental en la configuración del universo cognitivo y emocional así como en la conformación de la memoria tanto individual como colectiva.
La imagen fotográfica forma parte importante del patrimonio cultural que el Instituto Nacional de Antropología e Historia se ha dado a la tarea de rescatar.
Hace 10 años el Museo Regional Potosino creó un programa a través del cual se han recuperado más de 150 mil imágenes con el objetivo de conocer el trabajo de los fotógrafos de pueblo a través del rescate, restauración y conservación de los archivos fotográficos. Con el propósito de contribuir a la protección y difusión del patrimonio cultural de los potosinos, Cronistas Visuales del Estado se ha consolido como el más fidedigno programa de rescate de archivo fotográfico.
La misión es rescatar, restaurar, conservar y difundir el patrimonio fotográfico ahora de la capital potosina esperando consolidar así la sede de la fototeca de San Luis Potosí.
Cada fotografía nos da la oportunidad de contar una historia.
Nacido en 1960 en el municipio de Cerritos, Miguel Ángel García Nieto rompió con el destino de los jóvenes cerritenses de su época, dejarlo todo y cruzar la frontera para contribuir en los gastos de manutención de su familia.
Su padre Clemente García Reyes y su madre Cecilia Nieto López, vieron cómo emprendió su aventura sin un peso en la bolsa, al Distrito Federal, con la intención de estudiar la carrera de administración en la UNAM, a la cual se inscribió tras recibir el apoyo del entonces catedrático Juan Ramón de la Fuente quien le pagó personalmente el examen de ingreso y la comida del día.
Sin imaginárselo, su paso por la universidad lo puso en el camino de lo que habría de ser la profesión de toda su vida. Se ayudaba en sus gastos trabajando entre refrigeradores de una pollería y colaborando con su compañero de licenciatura, Roberto Salinas, quien tiene un estudio fotográfico.
Con él aprendió los elementos básicos de una profesión que lo llevó a conocer el México de los años ochentas a través de fiestas familiares en las colonias de los ricos y en los barrios pobres, con las cámaras escondidas en una bolsa de pan para evitar que se las robaran.
En el séptimo semestre de la carrera, una enfermedad pulmonar contraída por su exposición a los refrigeradores de los pollos, lo puso al borde de la muerte y tuvo que irse a vivir junto al mar. Una vez recuperado regresó al municipio que lo vio nacer, ahora con la necesidad de sacar adelante a la familia formada con Martha Patricia Escalante Sánchez, con quien procreó tres hijos.
Un día del maestro de 1982 realizó su primer trabajo de manera independiente con una cámara Pentax K 1000, un flash Frata y una batería de moto que le prestó su gran amigo Roberto Salinas, desde entonces es su medio de vida.
García pertenece a una generación que aprendió de los pioneros de la fotografía moderna en San Luis Potosí, encabezados por Mario Martínez Castro, Romo, Vallejo, Gallardo, y Aroche, quienes abrieron sus estudios para compartir sus conocimientos; esta la biografía que se aprecia en la exposición de las fotos que se extenderá dos meses en Aranzazú.
El documento fotográfico está presente en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, el retratista es, o fue, el artífice de gran parte del registro de los momentos trascendentes en nuestra vida.
Quienes gustamos de la fotografía debemos reflexionar sobre el impacto que la era digital tiene sobre la información condenada a la oscuridad de las tarjetas y discos duros de cámaras y celulares que han desplazado a los trabajadores de la lente.
“Tenemos la obligación de transitar al mundo digital”, dice Miguel Ángel García Nieto, “para lograr que perdure el acto de la fotografía, cuya herramienta principal es la luz ya que la luz es el pincel del fotógrafo”.
En el homenaje estuvieron presentes el Coordinador del Programa Cronistas Visuales del Estado, Arturo Patiño Aguilar, el delegado del INAH Juan Carlos Machinena y el Arquitecto Luis Pedro Gutiérrez Cantú, Director del Museo Regional Potosino.

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