Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Con la visita de la Virgen, se preparan peregrinos a Torrecitas

  • En diciembre se va la peregrinación hacia el sitio “sagrado”

Rubén Salazar.- Durante 10 días, unas 70 personas de nuestro municipio recorren el camino hasta llegar a la sierra de Santa María del Río, muy cerca de San José Alburquerque y de la ex hacienda de Badillo, para dar gracias a la Virgen de Torrecitas.
En estos días una imagen de la Virgen anda peregrinando por los barrios de Cerritos, y por ahorita está en el barrio de San Antonio, mientras llega el mes de diciembre, que es cuando se va la peregrinación hacia Torrecitas. Esta es la bandera del Sr. Francisco Clemens, aunque hay otra de otra persona que igualmente cumple con el recorrido de los creyentes en la imagen.
Cuenta el historiador León García Lam que el nombre de Torrecitas “se debe seguramente a la extravagante morfología del cerro que corona al santuario, también conocido como la Media naranja (Cabrera, 1969, p. 293) y posiblemente se deba también a la familia Torres, que era dueña de la hacienda de Badillo y del santuario en el siglo XVIII (AHSLP).
Dice la gente que la imagen se apareció en este lugar, en 1771, “a un señor llamado Silvestre, que relatan, era un ladrón de lechuguilla y según otros, un caporal que perdió una vaca (García Lam, 2006 p. 163)”.
“La imagen se encuentra sobre la superficie llana de una peña. El contorno de la virgen de Guadalupe se dibuja en color dorado; algunas partes de la roca —protuberancias, muescas— benefician la percepción de la imagen dándole volumen; las alas del ángel a sus pies revelan discretamente que alguna vez estuvieron pintadas con los tres colores del lábaro patrio. La imagen se encuentra plasmada sobre un fondo negro. Muchos dicen que este fondo se debió a la explosión que provocó un soldado para volar la peña y otros afirman que se debe a la insistencia de un sacerdote de querer cortar la peña con un barreno. Ambos casos fueron castigados por la virgen, por supuesto”.
“El santuario está ubicado entre una cañada muy honda y un cerro muy alto, de tal modo que el sitio comunica tanto al mundo ctónico como al celeste; otra peculiaridad del santuario, es que está ubicado en un lugar tan escondido que no puede ser visto desde ninguna parte sino hasta que se está allí”.

Los comentarios están cerrados.